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Los componentes ético-políticos en la ideología de la Revolución Cubana (Quinta parte) (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Del 12 al 15 de enero de 1934 tuvo lugar el IV Congreso
de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, ya en
vísperas de que la Internacional Comunista abandonara la
directriz política de lucha de <<clase contra
>>, que tanto afectara la unidad de las fuerzas
progresistas en nuestro país, por el de
constitución de alianzas denominado de <<frente
popular>>, aunque su adopción por el Partido
Comunista y la CNOC aún no era una realidad a inicios de
1934.

En sus documentos, acuerdos y resoluciones, se
exterioriza esa miopía política que impidió
al Partido Comunista y a la CNOC aquilatar la valía
revolucionaria de Guiteras y de su ideario. Como se puede leer en
el acápite acerca de las Tareas generales del
proletariado…"…el derrocamiento de la dictadura
de Machado en agosto, cuyo factor principal fue el golpe dado por
el proletariado con la huelga general y las grandiosas luchas
revolucionarias de masas en las ciudades y en los campos,
desarrollándose en continuo ascenso sobre la base de la
profunda crisis económica, señalan el inicio de la
revolución agraria-antimperialista de Cuba y el
período de la preparación política y
orgánica del proletariado y de los campesinos en las
luchas decisivas por el poder. El golpe de estado del 4 de
septiembre, que llevó al poder al gobierno de Grau San
Martín-Batista, reafirmó la crisis creciente,
indicando que las luchas de la clase obrera continuarían
agudizándose. El gobierno de Grau San Martín, a
pesar de su demagogia antimperialista, con la masacre del 29 de
septiembre (de 1933), en (los centrales)
>>Jaronú>>, <<Senado>> el 17 de
diciembre , con la persecución al movimiento sindical
revolucionario y el terror blanco en los centrales azucareros
para fortalecer el cual se acaban de entregar a Batista $ 150 000
para armamentos, lo que demuestra con hechos que es un gobierno
que es un gobierno de las clases dominantes, que
encubriéndose con maniobras demagógicas para
engañar a las masas, persigue el estrangulamiento del
movimiento revolucionario, con el fin de sostener la
dominación del imperialismo yanqui y de la
burguesía y los terratenientes nativos. Estas leyes y
medidas de carácter fascista tratan de alcanzar esos
objetivos que el gobierno no pudo lograr con las
<<treguas>>, arbitrajes en Gobernación y con
la ayuda de los líderes reformistas y junquistas. Las
luchas obreras, a medida que se acentúan, adquiere un
carácter más agudo y los líderes
reformistas, junquistas y anarquistas descubren más
claramente su política de traición a la clase
obrera
…" (14)

Los injustos epítetos de << traidor a la
clase obrera y demagogo oportunista>> que absurdamente se
le endilgan a Guiteras es el mismo que desde su cargo, en el
breve lapso del 10 de septiembre de 1933 al 15 de enero de 1934,
venciendo innumerables obstáculos, logra la
aprobación de importantes leyes de beneficio popular,
hecho inédito hasta entonces en la historia republicana.
(15)

Su muerte en el Morrillo, Matanzas, el 8 de mayo de
1935, junto al líder sandinista Carlos Aponte, en desigual
combate, contra tropas enviadas por Fulgencio Batista,
víctima de cobarde delación, marca el fin,
parejamente con el fracaso de la huelga de marzo del propio
año, de la denominada Revolución del 30, que empero
tendrá significativa influencia en futuros acontecimientos
que acontecerán en nuestra patria en fecha no
lejana.

Raúl Roa
García: mente lúcida y
corazón
apasionado

Constituye Raúl Roa un caso excepcional por ser
de aquellos participantes destacados en la Revolución del
30 que nunca traicionó sus ideales juveniles en el
decursar de la II República (1935-1959) y en su caso
particular, personalidad relevante, en las primeras
décadas posteriores al triunfo revolucionario del Primero
de Enero de 1959, que marca el inicio de la III
República.

Destacado intelectual, brillante ensayista, hombre de
sólidos principios revolucionarios, figura como
participante de una u otra forma, prácticamente en casi
todos los acontecimientos más relevantes acaecidos en
nuestra patria en la II República. Asumió desde sus
años juveniles de lucha antimachadista, como
ideología sustentadora de su pensamiento y acciones, el
marxismo, siempre desde posiciones críticas y sin
militancia partidista, quizás debido a no compartir los
signifiativos errores de táctica y estrategia
revolucionaria de la dirigencia del PCC, amén de la
austeridad, abnegación y disciplina de su militancia. Al
respecto, años después el propio Roa
revelará que…"…no hay que olvidarse que
en aquella época en Cuba la bibliografía marxista
leninista era bastante pobre, era más rica la de Lenin que
la de Marx. Por eso yo muchas veces he pensado que todos nosotros
fuimos a Marx desde Lenin, y no fuimos a Lenin desde Marx, como
suele ocurrir en la mayor parte del mundo."
(16)

Al fallecimiento del Maestro Enrique José Varona,
de gran influencia en nuestra juventud durante todo el primer
tercio del siglo XX, particularmente en el tránsito por
los años finales de existencia, en la que
pudiéramos llamar su fecunda ancianidad, da lectura
Raúl Roa en sus honras fúnebres, esta hermosa
semblanza, a nombre del estudiantado universitario, en prosa
elegante y sentida, reveladora de la hondura de sus sentimientos
hacia quien sentara cátedra de eticidad en su
época, como un último adiós al Maestro. El
mismo que nos revela, a partir del ejemplo de su limpia
trayectoria, el fiel reflejo de un pensamiento de altos vuelos,
pero con los pies cuerdamente asentados en la realidad de su
patria.

Para el joven revolucionario
antimachadista…"…los hombres que rindieron
plenamente su misión histórica jamás pasan.
Se concretan en símbolos. La gloria no estriba en cosechar
un retórico ramo de laureles póstumos, sino en
haber puesto un grano de esfuerzo en el mejoramiento humano. Con
E.J.Varona desaparece la última cabeza representativa del
pensamiento liberal cubano que tuvo en José Martí
su más claro exponente. La ideología
democrática ha perdido en Varona a uno de los pocos
sobrevivientes de la gesta emancipadora, que durante 30 oscuros
años de factoría azucarera, ajustó su
conducta a su prédica. No hizo nunca de la política
cheque o trampolín. Tuvo por sus principios una lealtad
inusitada. Fue siempre en la colonia española y en la
colonia dentro de la República, como >>una flor de
mármol>>, para emplear la justa expresión de
Martí, en carta al egregio escritor fallecido".

(17)

Si bien en la II república la honraron figuras de
destacada y proba ejecutoria en destacados campos de saber, la
cultura y la política, que sería prolijo enumerar*
coexistieron con ellas aquellas otras de reprobable conducta. En
años posteriores, en su libro Escaramuza en las
vísperas", relata Roa una ejemplarizante prueba de
carácter dado por Manuel Sanguily a su antípoda
moral y cívico, el entonces candidato a la primera
magistratura de la nación, Gerardo Machado. El hecho
ocurre en 1925. Como este rememora…"…en los
albores de su campaña presidencial, Gerardo Machado tuvo
el atrevimiento de visitar a Manuel Sanguily, pretendiendo ganar
su adhesión y concurso. Breve y tajante fue la entrevista.
Ni siquiera le dejaría Sanguily insinuarle el objetivo. *
Consultar trabajo del autor: Reseñas biográficas de
figuras significativas en la historia de Cuba (4 parte) Soporte
digital.

Y finalizó abruptamente de esta guisa:
<< ¿Reformar la Constitución? ¿Y por
qué? ¡Cómo puede saberse si es buena o mala
cuando jamás se ha cumplido y siempre se ha violado!
¡No! La Constitución (de 1901) es vírgen y
mártir. Cumplirla y no reformarla: he ahí el
deber>>. Y volviéndose a los que le rodeaban,
lanzó esta trágica profecía: <<Si este
hombre llega a ser presidente, ensangrienta la
Isla>
>>". (18)

Expresión del proceso temprano de
maduración revolucionaria que se opera en Roa, será
el artículo sobre la agresión yanqui a Nicaragua
que se publica en la revista América Libre. En él
realiza un análisis marxista del fenómeno
imperialista y de su papel en la explotación de los
pueblos. Expresión de un naciente y duradero
espíritu antimperialista y latinoamericanista se ya se
revelan en este trabajo donde expone como…"…el
imperialismo es la explotación mas desvergonzada y abierta
de los países pequeños y de las colonias por sus
protervas metrópolis… Pero toda explotación
supone implícitamente una reacción por parte de los
explotados. Estos se baten corajudamente y con tesón por
rescatar de manos extrañas sus medios de
producción, sus riquezas, su economía
nacional".
(19)

Su epistolario, rico y variado, nos permite reconocer en
Roa, aparte de su fino sentido del humor y su elegante y
versátil prosa, a un fiel combatiente de las ideas
más progresistas, en defensa de los más nobles
valores. En carta a Jorge Mañach, talentoso ensayista,
escritor y profesor universitario, pero portador de ideas
políticas extremadamente conservadoras, fechada el 18 de
noviembre de 1931, Roa le expresa como…"…estoy
siguiendo con apasionado interés, desde mi forzado retiro
del Hospital Militar de Columbia, la cálida
polémica entablada entre Porfirio Pendás y
tú, con motivo de un artículo de aquel, publicado
en Línea, glosando apreciaciones tuyas sobre las
minorías revolucionarias. Como, al igual que
Pendás, pertenezco al Ala Izquierda Estudiantil, y se
ventilan en ella cuestiones que me afectan muy directamente
—no penetro en la vía, pues, por un chucho—,
quiero emitir, con la amplitud necesaria, mi opinión al
respecto. No se trata, indudablemente, de una polémica
más; su trascendencia es mucho mayor de la que a primera
vista parece. Y estriba esta, a mi ver, en que constituye un
duelo abierto, sin concesiones ni reservas, no obstante tus
evidentes esfuerzos conciliatorios, entre dos mentalidades que
coexisten pero que se excluyen. Llamémosle, si quieres,
para situarlo históricamente y destacar toda su
significación, el duelo sin cuartel entre la vieja y la
nueva mentalidad, que vienen a corresponder, en rigor, al
«alma desencantada» de José Ortega y Gasset y
al «alma encantada» de Romain Rolland. Aquella,
representativa y mantenedora de un orden histórico
—el capitalismo— y de una cultura
—expresión ideológica de los intereses de la
clase dominante— en franca e irremediable decadencia,
vacíos de posibilidades auténticas, superados.
Esta, encarnación misma del mundo nuevo que en el propio
seno ensangrentado y convulso de aquel se gesta, sólo
aguarda para dar su universal vagido los fórceps
ineludibles de esa comadrona de la Historia, que, según
Carlos Marx, es la violencia organizada para modificar
revolucionariamente la sociedad….. ¿Tendré
que añadir que la crudeza de discernimiento va totalmente
limpia de animosidad personal? No lo creo. Se trata
—según tu propia advertencia a Pendás—
de una justa de ideas y no de ingenios. Si hay dureza en la
expresión —que incuestionablemente la hay—
nace ella exclusivamente de la irreconciliabilidad de las ideas
en conflicto. Ocurre que así como tu lenguaje y tu ideario
reflejan tu posición contemplativa y cauta, así
nuestro ideario y nuestro lenguaje reflejan la nuestra,
beligerante, afirmativa, revolucionaria, incompatible, por eso,
con la ambigüedad, el oportunismo, el flirt y el
criollísimo nadar entre dos aguas…. De algún
tiempo a esta parte, he notado que, a veces sin comerlo ni
beberlo, y otras con la mejor buena fe, te has convertido, por
obra y gracia de tus gratuitos denostadores, en un
backstop para sus vituperios. En este caso tienes que
convenir en que la coyuntura polémica fue propiciada por
ti….Porque, en efecto, al tú aceptar
categóricamente la existencia de minorías
revolucionarias al margen, o por encima de la lucha de clases,
estás incurriendo en flagrante confusionismo
político. Estás, por defecto de visión o
conscientemente, deformando el sentido de un fenómeno de
contornos nítidos y precisos. Por eso, tiene razón
Pendás cuando te replica, también
categóricamente, que sólo pueden estimarse tales en
el régimen capitalista, a aquellas que combaten por la
total reivindicaciónc de sus víctimas. No sé
si tú figurarás, entre los que, a estas alturas, se
empeñan en tapar con la pluma la realidad histórica
de la lucha de clases, fenómeno que tiene su origen en la
estructuración económica de la sociedad y su base
dialéctica en sus contradicciones; o, de los que, a
sabiendas, reconociéndola en su fuero íntimo, se
esfuerzan, afanosamente, por remendar los intereses
inconciliables del proletariado y del capitalismo, contribuyendo
así a la perpetuación del abominable ordenamiento
histórico actual…El dilema —nunca se
repetirá demasiado— es terminante y concreto: o se
toma un puesto junto a los oprimidos, que integran la
única clase históricamente revolucionaria en la
hora actual, o contra ellos y a favor de la reacción. Lo
demás es complicidad responsable, o abstención,
que, en el fondo, es idéntico. La minoría
intelectual que opte por lo primero será cabalmente
revolucionaria. Los intelectuales que opten por la militancia
burguesa, o la inhibición, o la neutralidad, no merecen
otra calificación política que la de traidores
«al mundo que nace» y servidores, expresa o
tácitamente, del crimen, de la explotación, de la
arbitrariedad, de la injusticia, elementos basales del mundo que
muere….. La minoría intelectual
históricamente revolucionaria es aquella, pues, que,
penetrada conceptual y sentimentalmente de las realidades,
aspiraciones y necesidades vitales de cada época, rompe
con su propia clase y se incorpora al servicio de las masas
explotadas y desposeídas por la oligarquía
dominante. Sólo ellas, por su posición creadora en
el proceso productivo, son capaces de determinar, por vía
revolucionaria, una transformación de tipo
histórico. Esas masas explotadas son hoy las obreras y
campesinas, como lo fue la burguesía cuando el medioevo
entró en su madurez…. El intelectual, por su
condición de hombre dotado para ver más hondo y
lejanamente que los demás, está obligado a hacer
política. Política realista, de crítica y
denuncia constantes, revolucionaria, sin compromisos ni alianzas,
por transitorias que sean, con el poder burgués, sometido
en Cuba al imperialismo, ni con las facciones que bregan por
asaltarlo y sin otro fin que enriquecerse desenfrenadamente a
costa del hambre y la desesperación del pueblo".
(
20)

Igualmente en Carta a Raúl Maestri, temprano
apóstata de los ideales de la Revolución del 30, le
recrimina acremente en 1933 como…"…tú no
mereces siquiera el «señor mío»
convencional y burgués. Por eso, suprimo todo
encabezamiento y voy derechamente a lo que me interesa decirte.
Antes que nada, constatar tu propia imbecilidad al depararme la
coyuntura para fotografiarte como tú eres, sin retoques
deliberados. Después, registrar el hecho de que, al
mencionar en tu columna infecta a ese «tal»
Raúl Roa que está tan lejos de ti como tú
cerca de Domingo Ávalos, has justificado, por primera vez,
las pesetas que te paga el Diario de la Marina por
acumular diariamente comentarios viscosos al margen del
cable…. Y en cuanto a mi «desequilibrio
mental» te digo que me siento muy orgulloso de sufrirlo. Ya
sé que para muchos paso por loco. Es más: en la
Universidad mis camaradas me denominan cariñosamente
así. Pero un «loco» muy especial. Loco, porque
le cantaba y le canto las cuarenta a cualquiera, como te las
estoy ahora cantando a ti. Loco, porque no transigía ni
transijo con lo establecido, ni con las glorias oficiales, ni con
los mediocres, ni con la abyección, ni con la injusticia.
Loco, porque mantenía y mantengo ideas que perturban la
tranquila digestión de los acomodaticios y
miméticos. Loco, porque tengo una «filiación
y una fe»; porque estoy con los oprimidos y contra el
sistema capitalista; porque no rehuyo afirmar mi ideología
comunista; porque mientras tú vegetabas
plácidamente en Colonia, yo le daba el pecho a una
realidad histórica que tú cobardemente pretendes
ignorar, y hasta vituperar a los que se pronunciaban heroicamente
contra ella, como hiciste en carta a un ex amigo tuyo y
entrañable mío. Loco, en fin, porque esa es la
manera más propia con que los tránsfugas como
tú califican a los individuos que, como yo, luchan por
ideas y cosas cuya realización acaso no vean ni gocen.
Déjame, pues, con mi «locura» y mis
«trastornos endocrinos», mientras tú te
avienes cuerdamente a la injusticia organizada del
presente… Desprecio profundamente tus rastreras
suposiciones de que mi pronunciamiento político tenga su
raíz en el resentimiento ante el esfuerzo ajeno. Hasta
ahora, evidentemente, yo no he escrito ningún libro. Acaso
no escriba ninguno. Pero si alguna vez lo hiciera ten la plena
seguridad de que no se parecería en nada a los tuyos. En
cambio, mi vida ha sido útil y digna. He luchado y lucho
por mis ideas, hasta el sacrificio inclusive. Tengo por encima de
ti dos años de cárcel por contribuir con mis
fuerzas al advenimiento de un mundo donde los Raúl Maestri
no tendrán cabida. Pero tú estás moralmente
incapacitado para entender este lenguaje. Y otra diferencia
fundamental entre tú y yo: contigo forman y
formarán causa común, los corrompidos, los
intelectuales de derecha, los mediocres, los tránsfugas,
los abyectos. Conmigo estarán y están los puros,
los intelectuales de izquierda, los estudiantes y obreros todos
de Cuba, que entre Raúl Roa y Raúl Maestri no
vacilarán en decidirse. Tú puedes responder a esta
carta en la forma y manera que quieras. Por mi parte, no
descenderé a contestarte un renglón más. Y
me tienes a tu disposición en cualquier terreno menos en
el del honor conocido, ya que tú careces de él y yo
no soy un caballero andante".
(21)

Otro campo de lucha para Roa lo constituyó la
necesaria reforma universitaria, que ya reclamada por Julio A.
Mella desde la temprana fecha de 1922, inspirada en el proceso
iniciado en la Universidad de Córdova en 1918, pronto
repercute en nuestro más alto centro docente y es asumida
como tarea prioritaria por la Federación Estudiantil
Universitaria, desde su fundación en 1922. Punto de
álgida confrontación entre la masa estudiantil y
los gobiernos de turno, en el período analizado, la
perentoriedad de tales reformas, siempre tuvo en Roa a un
inclaudicable defensor en sus continuos avatares. Al respecto
este valora en 1934, como… "…la
insurrección estudiantil ha estallado impetuosa y
magnífica. Se ha declarado la huelga indefinida hasta que
el gobierno nos reintegre la autonomía y el Consejo
Universitario resuelva favorablemente el pliego de demandas que
le hemos sometido a su consideración. No podrá el
Claustro alegar esta vez que nos hemos lanzado a tan extrema
actitud, ni improvisada, ni arbitrariamente. Si se ha recurrido a
la huelga ha sido por culpa de los propios profesores, por su
resistencia sistemática a dar curso y viabilidad a las
peticiones estudiantiles, por justas y fundamentadas que sean. La
experiencia de estos últimos tiempos lo demuestra
cumplidamente. No hay un sólo caso en que la docencia
acceda a nuestras demandas por la razón que las asiste y,
mucho menos, por el impulso renovador que las inflame.
Sólo en última instancia, ante la perspectiva
egoísta de verse despojado del cocido, o por la fuerza
incontrastable del estudiantado, el profesorado cede. O
déspotas ensoberbecidos, o esclavos abyectos: no parecen
conocer otra postura. La insurrección estudiantil ha
estallado impetuosa y magnífica. Se ha declarado la huelga
indefinida hasta que el gobierno nos reintegre la
autonomía y el Consejo Universitario resuelva
favorablemente el pliego de demandas que le hemos sometido a su
consideración. No podrá el Claustro alegar esta vez
que nos hemos lanzado a tan extrema actitud, ni improvisada, ni
arbitrariamente. Si se ha recurrido a la huelga ha sido por culpa
de los propios profesores, por su resistencia sistemática
a dar curso y viabilidad a las peticiones estudiantiles, por
justas y fundamentadas que sean. La experiencia de estos
últimos tiempos lo demuestra cumplidamente. No hay un
sólo caso en que la docencia acceda a nuestras demandas
por la razón que las asiste y, mucho menos, por el impulso
renovador que las inflame. Sólo en última
instancia, ante la perspectiva egoísta de verse despojado
del cocido, o por la fuerza incontrastable del estudiantado, el
profesorado cede. O déspotas ensoberbecidos, o esclavos
abyectos: no parecen conocer otra postura. Las demandas
planteadas por la Asamblea General de Estudiantes Universitarios,
a través de su Comité de Huelga, constituyen, en su
totalidad, salvo las determinadas por las circunstancias
anormales en que ha vivido el alumnado en estos últimos
años, las bases para iniciar sobre ellas la
realización plena de los postulados de la reforma
universitaria. La Universidad y la época reclaman
perentoriamente esa reforma. La Universidad no puede seguir
enraizada en bases pedagógicas, administrativas y
científicas en pugna con el espíritu renovador del
alumnado y la efervescencia política que enciende el
país, que se cuela, en llamarada traviesa, por la
escalinata hasta el centenario laurel, a cuya sombra fragante
más de una vez Julio Antonio Mella levantó su verbo
cargado de gérmenes nuevos. Hay una contradicción
profunda, esencial, entre su arcaica estructura, al servicio del
profesionalismo y de la reacción, y las apetencias y
reivindicaciones estudiantiles y populares. Su externo esplendor
—que ha deslumbrado más de una pupila turista—
es puro maquillaje… El alumnado universitario lucha, desde
hace más de diez años, por ese renacimiento. Por
viabilizarlo, ha sufrido persecuciones y reveses y ha rubricado y
ennoblecido sus afanes de mejoramiento con la sangre generosa de
sus elementos mejores. Julio Antonio Mella, Rafael Trejo,
José Elías Borges y Gabriel Barceló
combatieron también por transformar la Universidad. Es su
mismo espíritu el que anima a los que hoy intentamos
lograrlo. La lucha que mantenemos, con inquebrantable firmeza, no
es, pues, una huelga más. No se hace para no estudiar, ni
para adquirir a su costa vías ilícitas de acceso a
los títulos. Nos impulsa, por lo contrario, un noble
afán de superación, sin el cual los estudiantes
carecen de autoridad moral para exigirle un esfuerzo mayor a sus
profesores. De otro modo, nuestra postura estaría viciada
de origen. Pero las demandas planteadas no constituyen, no pueden
constituir, nuestra aspiración final. La reforma
universitaria no es sólo eso. No debemos ceñir
nuestras exigencias a la simple participación del
estudiantado en el gobierno de la Universidad ni a conquistas de
orden subalterno. Nuestra acción debe orientarse,
resueltamente, en la renovación total de los
métodos de enseñanza, en la docencia libre, en la
vinculación efectiva de la Universidad con el proceso
social por medio de una bien dotada Facultad de Ciencias Sociales
y de universidades populares, en la gratuidad de la
matrícula para los que carezcan de recursos
económicos, y, antes que nada, en la consecución
inmediata de nuestra autonomía, que es el instrumento
indispensable para llevar adelante ese proceso….La
Universidad tiene que ser un foco superior de irradiación
de ideas, un taller de trabajo, un centro de
investigación. Pero no será nada si, además
de todo eso, no es un irreductible baluarte de lucha contra la
opresión y el despotismo".
(22)

El reclamo de la promulgación de una
Constitución acorde a los nuevos tiempos, que sustituyese
la proclamada bajo la tutela intervencionista, en 1901,
constituye un reclamo permanente. La convocatoria a una Asamblea
Constituyente era uno de los objetivos a cumplimentar por el
Gobierno de los 100, por iniciativa de Antonio Guiteras,
frustrado por su derrocamiento por Fulgencio Batista, el 15 de
enero de 1934. Ello no eliminó, sino tan solo
aplazó, por determinadas circunstancias, tal
propósito.

La convocatoria a las elecciones para delegados a una
Asamblea Constituyente dictada por Fulgencio Batista durante su
gobierno de facto, urgido por las peculiaridades del momento
político a finales de la década de los 30
así como presentarse como un demócrata, con vistas
a sus aspiraciones presidenciales, en las elecciones de 1940, lo
concitaron a ello.

Como valora el Dr. Eduardo Lara Hernández, en su
trabajo El Constitucionalismo Cubano. Sistema Político,
Democracia y Derechos Humanos en Cuba, en nuestra
patria…"…siempre ha existido, como una
constante, una vocación jurídica y de ajuste a la
ley que nace desde la iniciada por los libertadores, llamados
mambises, la lucha por la independencia el 10 de octubre de 1868
que se extendió por unos 30 años. Esa
tradición, que se mantiene actualmente, se corresponde con
la llamada en la doctrina Estado de Derecho, entendiendo por tal
la sujeción del Estado al derecho, es decir del poder a la
norma, independientemente de las modalidades nacionales y de la
voluntad de cada pueblo de conformidad con su sistema
político establecido soberanamente por su
Constitución. El 10 de abril de 1869, unos meses
después, se adopta por representantes de los insurrectos,
en Guáimaro, territorio liberado en la región de
Camagüey, la primera Constitución mambisa por la que
se crea el Estado beligerante y la República de Cuba en
Armas. Las otras tres constituciones mambisas cuyo
propósito fundamental era, del propio modo, lograr la
independencia así como organizar la República de
Cuba en Armas, fueron: Baraguá en 1878, Jimaguayú
1895 y la Yaya 1897. Ellas seguían las concepciones
constitucionales y liberales de la época, como la
Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica,
las Constituciones francesas de 1791 y 1793 y las de los
países latinoamericanos que habían obtenido su
independencia. Los Estados Unidos, que desde 1805 comenzaron a
actuar para apoderarse de la Isla, nunca reconocieron a la
República de Cuba en Armas ni su carácter
beligerante, en contraste con la actitud asumida por la
mayoría de las repúblicas hispanoamericanas –
México, Perú, Chile, Venezuela, Bolivia y otras – y
la presión del propio pueblo de los Estados Unidos. Esta
actitud contraria al reconocimiento de la República de
Cuba fue aún más fuerte en la etapa final de
nuestra guerra de independencia en virtud, además, de su
política panamericanista. El 20 de mayo de 1902 se inicia
con la Constitución de 1901 la República de Cuba,
mediatizada y neocolonial, castrada por la imposición de
la Enmienda Platt…La Enmienda Platt fue "abolida" en 1934
por la posición y las protestas del pueblo, sin que, a
pesar de ello, se dejara sin efecto el "arrendamiento de la
base", con lo que en realidad subsistía uno de sus
aspectos más repugnantes. és de distintas reformas
constitucionales y la adopción de algunas constituciones
de corta vigencia, en 1940 se aprueba una Constitución
progresista, avanzada para esos momentos, debido a la
evolución del pensamiento cubano, e influida por las
formulaciones sociales que, por primera vez en el mundo,
ofreció la Constitución mexicana de 1917. Del
propio modo fue el resultado de las ideas sociales predominantes
en la primera mitad del siglo XX y de la lucha de elementos
progresistas y socialistas que integraron la Convención
Constituyente de 1939 que la aprobó…".
(La
Habana, julio del 2005. Soporte digital)

Promulgada a bombo y platillo y demagógicamente
invocada por los gobiernos de Fulgencio Batista y Zaldívar
(1940.1944), Ramón Grau San Martín (1944-1948) y
Carlos Prío Socarrás (1948.1952), estos nunca se
interesaron por la promulgación de las leyes
complementarias que le dieran efectividad jurídica. Al
respecto, Raúl Roa escribe el 23 de mayo de 1948
que…"…si es indiscutible que el carácter
y contenido de la Constitución de 1940 están
influenciados decididamente por el <<renquiciamiento y
remolde>> que impulsó al pueblo cubano a remover la
estructura colonial que lo exprime y sojuzga, no lo es menos que
los objetivos últimos del movimiento revolucionario
sobrepasan largamente su articulado. La Constitución de
1940 es un camino y no una meta. Ni es, ni podía ser, la
efectiva y cabal plasmación de los ideales
revolucionarias. Fue la resultante obligada de una
situación de compromiso, surgida de las alternativas
propias de un proceso revolucionario en desarrollo incipiente. Ni
para Fulgencio Batista, ni para los partidos y grupos
revolucionarios había otra salida inmediata en aquella
coyuntura, que darle un cauce jurídico y un régimen
de supervivencia a las corrientes en pugna. De esa singular
circunstancia dimana precisamente la dualidad que el sindicato de
millonarios ha percibido con restallante alborozo: la
Constitución de 1940 puede servir lo mismo a impeler al
país hacia adelante, que impelerlo hacia atrás. El
rumbo y el ritmo dependerán forzosamente de las clases, de
los intereses y de los partidos que interpreten la
constitución y rijan la república. La historia
política de nuestra América suministra abundantes
ejemplos de lo que significa una constitución
democrática en manos de caudillos, gamonales y
cavernícolas. No constituye excepción nuestra
experiencia republicana. Desde Tomás Estrada Palma hasta
Gerardo Machado la constitución ha ido por un lado y la
realidad por otro. La Constitución de 1901, de continuo
invocada y de continuo pisoteada, no impidió que el bello
sueño de Martí se trocara en jugosa pesadilla de
politiquillos ambiciosos y traficantes desalmados, que nuestras
tierras y riquezas fueran vendidas al extranjero y las relaciones
entre patronos y obreros se fundaran en una estructura de
factoría…"
(23)

Entre Pablo de la Torriente Brau, periodista y destacado
revolucionario del período, caído en combate en la
Guerra Civil Española, en 1936 y Raúl Roa,
existió una estrecha amistad. El epistolario entre ambos,
de tono coloquial e impregnado de hilarante prosa aparece en
parte reproducido en el libro de este último Bufa
subversiva (1935). Como prologuista del mismo, Pablo realiza una
semblanza intimista de Roa, pletórica de datos
biográficos interesantes, en el mismo estilo jocosamente
serio, que caracteriza la obra. En el mismo expresa
que…"…cuando Raúl Roa murió hubo
que celebrar dos entierros. Uno para los amigos y otro para los
enemigos A este concurrieron para despedir el duelo Jorge
Mañach, Raúl Maestri, Pilar Jorge de Tella y otros.
Al primer entierro acudieron sus amigos y hubo quien
asistió a los dos acontecimientos. De hecho tan singular
en la historia como el de un doble enterramiento dieron
cabalmente cuenta los periódicos de entonces, a los que
remito al lector. Ahora no tengo tiempo disponible, porque tengo
que ir a comer con él a su casa ya que todavía no
se ha muerto y se comen allí unos muy estimables
espaghetti. Sin embargo, me parece muy prudente dejar aquí
algunos datos para su biografía que pueden olvidar los
diccionarios y los críticos. Vivía en un cuarto,
con una cama, una mesa, una maquinita de escribir prestada
siempre por alguien y en la que no escribía nunca;
tenía también un escaparate con dos espejos,
bastante anticuado. Había allí dos estantes con
numerosos libros: El control obrero, La teodisea, Batey,
Rusia en 1931
, todo Freud. Sobre la mesa más libros:
El capital, Páginas escogidas de Martí, Dramas
de Shakespeare,
las Catilinarias, Historia del
materialismo
de Lange. Pero lo más importante del
cuarto era la pared, llena de retratos: al lado del título
de Bachiller, Mella y Lenin, José Carlos
Mariátegui, más cojo que el cojo Estrada;
Rubén Martínez Villena; el busto de Martí,
por Sicre, incrustado con cabezas de Varona y Bolívar;
Juan B. Kourí, que por estar en imagen no está
hablando mal de Platón, de los seudosabios y de la mentira
y de la infamia organizadas; José Manuel Valdés
Rodríguez; Rafael Trejo; Navarro Luna en caricatura, o
sea, «Mongo Paneque»; Juan Marinello, que fue de los
que concurrió a los dos entierros; José
Zacarías Tallet, con cara de fauno; y en una foto, juntos:
Aureliano, Guillot, Pendás, CarlosMartínez y el
propio Raúl. En la mesa hay dos retratos: en uno
está toda la familia: el viejo Ramón Roa, ayudante
de Ignacio Agramonte y, adheridos, el actual «Viejo»
Roa, la «Vieja» Roa y la «Vieja» Gilda,
con mucho menos melena que la que usa ahora. En otro marco: Ada
Kourí. (Se trata de un primer premio en cualquier lugar:
aunque sea en New Orleans o en Jones Beach.) Podría actuar
como estrella de la Metro, pero solamente vive en Perseverancia,
adonde todas las noches va Raúl. (Este dato es muy
importante para la biografía.) Pero en el cuarto, lo que
más se parece a Raúl es una composición
fotográfica: por paradoja, él, que lo destrozaba
todo, le gustaba componer algunas veces. Es una
composición tumultuosa: Aureliano en pose de arenga;
Gabriel Barceló muerto; el Directorio de 1930, preso; la
tumba de Mella, en México; tánganas estudiantiles;
Arsenio Ortiz; Sylvia y Georgina Shelton; la policía
frente a la Universidad; Mella de remero; Mongo Miyar y yo; y
Teté Casuso y Ramiro Valdés Daussá y un
perro de Isla de Pinos; tánganas estudiantiles; hombres
asesinados en Santiago; heridos en Emergencias; Trejo herido;
Benito Fernández; tánganas estudiantiles… Es
una composición loca y agradable: lo más parecido a
su biografía que hay en el cuarto. Olvidaba dos detalles:
en un rincón, sobre terciopelo rojo: la mascarilla en yeso
de Rubén. Sobre otro estante: su cabeza en yeso bronceado
por Julito Girona. Y aún quedan varias fotografías
más; y el manifiesto del 30 de septiembre, redactado por
él, manchado con sangre mía, aunque dicen que es de
Trejo. Hay un título de Doctor en Derecho Público,
para complacer a la madre. Y algunos pisapapeles de Isla de
Pinos, como recuerdo del Presidio Modelo. En este cuarto han sido
creadas algunas cosas que nunca existieron, como Agis, el
espartano.Y están juntas muchas cosas opuestas: el
título de Bachiller y Mella; Lenin y Ada Kourí.
Pero eso no importa. Algunas veces en este cuarto ocurrieron
cosas tremendas: la composición fotográfica se
animó vertiginosamente en el insomnio: Trejo y Gabriel
resonaron a gritos; la voz de Mella, era un estampido del mar;
las manifestaciones de estudiantes se estremecieron aullando el
lema de «Muera Machado»: Raúl Roa se puso a
escribir «Tiene la palabra el camarada
máuser»… Pepe Tallet animó su cara de
fauno y recitó «La rumba»: Raúl Roa le
dijo mentiras a varias mujeres anteriores y les dedicó
verdades fisiológicas; Rubén Martínez
Villena tenía los ojos claros como su dialéctica
maravillosa y en la noche
de insomnio Raúl Roa hizo
un artículo de estructura marxista irreprochable…
Pero Ada Kourí hace tiempo que está sobre la mesa
en su retrato solitario. Por eso, hace tiempo también que
Raúl Roa tiene una nueva locura: la del silencio. Del
silencio, como una ofrenda creo yo, es que sale este libro que
debe ser recuento del trabajo realizado. Pero el libro no
servirá para el biógrafo: ¡Ah, si yo contara
episodios de La Cabaña, del Príncipe, el Presidio y
la Universidad!… Pero en esta época de gases y
petardos debo guardar silencio. ¿Qué museo
guardará su lengua? ¿Y su melena"

(24)

Tres lustros más tarde, en su libro l5
años después, escrito en 1950, Roa inserta su
escrito 12 de agosto (1948) donde rememora con la lucidez que
proporciona el tiempo, sus criterios sobre el derrocamiento de
Machado, donde expresa como…"…me ha venido todo
esto a mientes al enfrentarme de nuevo con la histórica
efemérides del 12 de agosto. Bien está, de todo
punto, que la lección se precise y la condenación
se renueve. Hay que recordar y difundir, en cada aniversario,
aunque un émulo suyo detentara el poder, que nunca tuvo la
república gobernante peor que Machado y que ningún
otro dejó tan abominable memoria. Y es imprescindible
dejar enérgicamente sentado que nada de lo acontecido
después lo justifica y redime, ni niega la vigencia del
movimiento revolucionario, ni enturbia la pureza de sus ideales,
ni arroja un saldo desfavorable en los objetivos propuestos. No
estamos aún, ciertamente, ni a medio camino de la
conquista y disfrute de nuestra liberación nacional y
social; pero lo importante es que, a despecho de reveses,
adulteraciones y excrecencias, la voluntad de proseguir la marcha
se mantiene firme y el entusiasmo encendido. No en balde
sentenció Martí que «cuando un pueblo entra
en revolución no sale de ella hasta que la corona».
Y en eso estamos, en la pugna decidida por coronar la
revolución que el 30 de septiembre salió
heroicamente a la calle a disputarle los destinos de Cuba al
machadato y al imperialismo, lo que nada tiene que ver con la
«revolución permanente» de León
Trotski, ni con los mercaderes de la violencia que están
chupando la ubre. Bien está que todo esto se diga cada 12
de agosto; pero volver una vez más sobre la fecha en tono
de arenga o evocarla truculentamente al cárdeno fulgor de
los saqueos, de la cacería despiadada de porristas y de la
fuga vergonzosa de los grandes culpables, no es cosa, en verdad,
que incite mi ánimo en esta ocasión. A lo que me
siento movido, por la profusa documentación que he
revisado en estos días y la necesidad ya imperativa de ir
jerarquizando los sucesos, las ideas y los protagonistas del
proceso revolucionario, es a examinar los plurales factores
determinantes del 12 de agosto y el complejo cuadro de sus
antecedentes inmediatos. Mas, de sentirse movido, a siquiera
intentarlo, va un trecho apreciable. Habría que incurrir,
por angostura obligada de espacio, en un esquematismo excesivo,
al cabo contraproducente a los fines propuestos. Es tarea propia
de una serie de artículos, de un folleto o de un libro. Y
debo ya, pues, resignarme peregrinamente a explicarle al lector
cómo hubiera yo debido alcanzar el propósito
perseguido. La primera cuestión que habría de
plantearme es la concerniente a la naturaleza y curso del proceso
revolucionario en desarrollo. Ninguna revolución se
produce por generación espontánea. Un largo y
oscuro período de gestación precede a su estallido.
Mucho antes que cuaje la conciencia revolucionaria ya el
conflicto material que la genera ha adquirido tensiones y
polaridades extremas en la estructura subyacente de la sociedad.
Un sumario recordatorio de la mediatización originaria de
la república y de la supervivencia económica y
social de la colonia, agravada por la creciente
penetración de capital yanqui hasta adueñarse de
las riquezas fundamentales del país y de sus
determinaciones políticas, contribuiría a dar la
clave del régimen de Machado y de la revolución
popular que suscita, subrayándose ya desde el 30 de
septiembre de 1930, en que se vierten, simbólicamente,
sangre estudiantil y sangre obrera, su carácter
democrático y su contenido antimperialista. Indispensable
resultaría fijar el papel respectivo que juegan en la fase
inicial del ciclo revolucionario la juventud estudiantil, el
movimiento obrero, el Partido Comunista y los
«nacionalistas» que encabezaba Carlos Mendieta. Si
todos convergen en su repudio a Machado, sus concepciones
políticas y sociales son inconciliables en algunos casos y
en otros existen divergencias profundas. No hay punto de contacto
alguno ideológico, ni estratégico, ni
táctico, entre los comunistas y los
«nacionalistas». Ni entre estos últimos y el
Directorio Estudiantil Universitario en punto a programa y
métodos de lucha. Ni entre el Directorio y los comunistas
en cuanto a la índole y alcance del movimiento
revolucionario. Ni lo hay tampoco, en este mismo sentido, entre
el Ala Izquierda Estudiantil y el Directorio, no obstante
participar, de consuno, en acciones de calle y en los
preparativos de la insurrección de agosto de 1931. Los
«nacionalistas» aspiran, pura y exclusivamente, a
sustituir a Machado. El Directorio propugna un «cambio
total y definitivo de régimen», entendiendo por tal
una remoción de la estructura jurídica,
política y económica del país sobre una base
democrática y capitalista, que le permita desenvolverse,
sin interferencias extrañas, hacia una
nacionalización progresiva de anchas implicaciones
sociales, anticipando así la programática
auténtica. El Partido Comunista tiene su línea
política rígidamente trazada y a ella se ajusta.
Combate por igual a Machado y a la «oposición
burguesa», sin establecer distinciones ni matices. Su
«revolución» es la agraria antimperialista y
su objetivo establecer un gobierno soviético de obreros y
campesinos, fantasmagórica panacea a la sazón
recetada por la Tercera Internacional para los pueblos coloniales
y semi coloniales. El Ala Izquierda Estudiantil, como la Liga
Antimperialista y el Socorro Rojo Internacional, son meros
organismos colaterales del Partido Comunista y teórica y
prácticamente operan a su servicio. El nivel de desarrollo
de las distintas clases sociales y el grado de influencia
ejercido sobre ellas por los partidos y grupos de
oposición completaría el panorama.

(25)

En la Revolución del 30 se fue a bolina, se
reproduce la entrevista realizada a Raúl Roa por Ambrosio
Fornet, publicada en la Revista CUBA, en 1968, contentiva de
valoraciones sumamente interesantes. De la misma nos limitaremos
a reproducir algunos fragmentos:

-Doctor Roa, ¿cómo definiría
usted a la Generación del 30?

-La generación del 30-bautizada así
cuando muchos de sus integrantes se habían defecado
cínicamente en sus ideales y amasaban millones de pesos a
su costa- es, por esencia, una generación
orgánicamente escindida desde que surge a la vida
política. Está compuesta en rigor por 3 hornadas:
la que aflora en 1923 que simbolizo en Julio Antonio Mella y
Rubén Martínez Villena la que irrumpe entre 1927 y
1930 que personifico en Rafael Trejo, Antonio Guiteras y Pablo de
la Torriente Brau y la que se empina, incorporándose a la
lucha revolucionaria en 1933 y sigue personificada por esos 3
ejemplares combatientes. En esas 3 hornadas los genuinos
revolucionarios constituyen minoría; la mayoría
estaba cundida de oportunistas, farsantes, politiqueros,
mediocres, reaccionarios, ambiciosos y
tránsfugas….Es indudable que la minoría
revolucionaria de la generación del 30 quiso más de
lo que pudo: planteó el problema a la altura de su tiempo,
pero no pudo resolverlo. La situación concreta en que le
tocó actuar estaba suficientemente madura, para el salto
cualitativo, pero faltó la vanguardia, la unidad de
pensamiento y acción, la claridad en los objetivos, el
aprovechamiento dialéctico de las circunstancias y
factores operantes, y sobre todo, independencia de enfoque y
perspectiva. Ese impulso revolucionario no tuvo cauce ni
dirección, congruentes con su ulterior desarrollo, y, por
eso, se despilfarró en una lucha desconcentrada que
propicia la revancha del imperialismo y las fuerzas a su
servicio, especialmente las gavillas uniformadas de Batista; el
ABC, partido fascistizante y el PRC (A), aluvión amorfo de
un pueblo de pueblo políticamente subdesarrollado que puso
su esperanza en Ramón Grau San Martín, el
Mesías de la desconflautación…En el largo,
enmarañado y turbio proceso que va de 1940 hasta el
taimado golpe militar del 10 de marzo de 1952, mantuve,
consecuente con lo que juzgué mi deber revolucionario, la
difícil posición del franco tirador, que hostiliza
tanto a sirios como troyanos.

-¿Diría usted que en los mejores de su
generación <<estaba viva>> la tradición
mambisa o se consideraba como
<<pasado>>?

– Aunque no faltaban los mancos y miopes o sectarios,
constitutivamente incapaces de entender la dialéctica de
la historia- que establecían artificial hiato entre la
lucha contra la dominación española y la que se
libra contra la dominación imperialista, los mejores de la
generación- es decir, los que habían abarcado en su
comprensión teórica el conjunto del proceso-
vivían como propia la tradición mambisa. Se
consideraban sus legítimos legatarios. En eso Mella fue
precursor. Basta leer sus Glosas al Pensamiento de José
Martí. Fue la misma posición que mantuvimos en
América Libre, revista antimperialista dirigida por
Rubén Martínez Villena…

-¿De dónde les venía a ustedes
su conciencia antimperialista?

– El proceso de formación de nuestra
conciencia antimperialista se nutrió de varias fuentes: la
revelación de la realidad semi colonial en los hechos
inmediatos y en el conocimiento de la historia republicana,
jalonada sombríamente por la Enmienda Platt, la
penetración económica y financiera y las
intervenciones yanquis, directas o indirectas, en Cuba y
América Latina, el descubrimiento de Martí, el
bloqueo norteamericano a la Revolución Mexicana, las
lecturas de José Ingenieros, Sanguily, Varona,
Mariátegui, Marx y Lenin, y singularmente, la epopeya de
Sandino en Nicaragua.

– ¿En qué se sentían ustedes de
otra generación? Es decir, ¿en qué se
sentía distintos a sus padres, a sus
mayores?

– Es indudable que muchos componentes de nuestra
generación se sentirían vagamente primero,
nítidamente después, distintos a los de las
anteriores generaciones. No solo teníamos una
concepción del mundo diferente y enfocábamos los
problemas desde una perspectiva diversa, sino que
disentíamos también de la tabla de valores en los
gustos personales y en las actividades privadas. Poseíamos
en suma una sensibilidad y pupila propias".
(26)

La espontaneidad, hondura, agudeza de análisis,
compromiso político y lealtad a los principios que siempre
invoca, dotan a los escritos, discursos y especialmente a la
ejecutoria revolucionaria de Raúl Roa de un valor
inestimable para una acertada valoración de los
componentes ético-políticos que aportan a la
conformación de la Ideología de la
Revolución Cubana. Lo que le otorga el justo derecho de
figurar entre las personalidades más emblemáticas,
que surgidas en los años convulsos pero a la vez
forjadores de una producción espiritual incontrastable,
dejan su impronta en las próximas décadas de
nuestro decursar histórico.

Eduardo
Chibás: fecundo reservorio de principios
ético-políticos

La mayor virtud de Eddy chibás, es el haber
demostrado, con su personal conducta, la posibilidad de ejercer
la política basado en sólidos principios
éticos., algo excepcional en la época que le
corresponde vivir, particularmente entre los gobernantes de
turno, en el mejor de los casos, siempre a la caza de puestos
lucrativos que les permitan lucrar a costa del presupuesto
nacional, hasta los más comunes y execrables, siempre
proclives a saquear desenfadadamente el arca pública.
Tales especimenes proliferan desde los <<más
modestos ladrones>> a nivel local, hasta los más
encumbrados personajes, que sin ningún escrúpulo,
se tornan millonarios de un día para otro.
Maquiavélicos talentos, para urdir esquilmadoras
maquinaciones en aras de su personal provecho.

Más no era ese su sólo mérito.
Inmerso en la política, a partir de su
participación de la Revolución del 30, aún
estudiante universitario, se mantuvo leal a su ideal
revolucionario juvenil, al amor por su pueblo y su perenne
devoción por la justicia social. Postura que mantuvo hasta
su auto inmolación, varios lustros más tarde. Sin
abrazar la ideología marxista, que no le permitió
quizás, conocer, hasta sus últimas esencias, la
necesidad imperiosa de profundas transformaciones sociales, que
dieran solución a las contradicciones que el propio
sistema generaba, supo no obstante comprender como pocos, las
tantas veces frustradas aspiraciones de las masas populares, las
que a partir de su carisma personal y sus excepcionales dotes de
comunicador, su verbo apasionado y su limpia ejecutoria,
depositaron en él y su liderazgo, sus más
legítimas y realizables utopías. Nadie como
él, hasta entonces, supo aglutinar a favor de su causa a
multitud tal de prosélitos. VER ANEXO 3.

Desde fecha tan temprana como 1927 ya aparece su firma
al pie de varios documentos del DEU, del que es fundador, como el
manifiesto Al pueblo de Cuba, presumiblemente escrito entre abril
y julio del propio año, en protesta contra la prorroga de
poderes urdida por Machado y sus más cercanos
acólitos, lo que lleva aparejado la espuria reforma a la
Constitución de 1901, entonces vigente. El 19 de abril del
propio año, vuelve a figurar su firma en un Manifiesto al
país, del propio DEU, junto con las rúbricas, entre
otros, de Antonio Guiteras y Gabriel Barceló. En el mismo
se denuncia como…"…golpe tras golpe, un atentado
tras otro, van cayendo uno a uno los más sagrados derechos
de que pueden gozar los ciudadanos en una república que se
dice libre".
(27)

Unos años más tarde, ya derrocado el
régimen machadista, expone en respuesta a la encuesta
¿Qué opina usted del posible regreso de Machado a
Cuba? publicada en la revista Bohemia, el 23 de septiembre de
1934 como…"…el machadismo no es un peligro para
Cuba, sino una realidad encaramada en el poder. Cesarismo,
daltonismo, leninismo y machadismo, son formas de gobierno que no
exigen la resurrección de César, Dantón y
Lenin, ni la presencia de Machado, para implantarse en el
poder".
(28)

Participante activo en las luchas estudiantiles, siempre
mantuvo nexos indisolubles con el alto centro de estudios,
criticando los males que lo aquejaban y compartiendo sus
aspiraciones de perfeccionamiento académico y educativo.
Siempre se mantuvo como parte intrínseca a su personalidad
el carácter cuestionador, tan propio de la juventud; su
audacia innovadora ante esquemas de pensamiento y
actuación, ya obsoletos y su intransigencia ante la
injusticia, en cualquiera de sus formas.

Ello se revela en el discurso pronunciado el 27 de
noviembre de 1942 donde expresa lo que para él representa
la Universidad de La Habana dado que…"…en cada
instante de la vida cubana, la universidad ha jugado un rol
preponderante. Ella es el barómetro más preciso de
las pulsaciones de nuestro pueblo. Cuando en nuestro país
se acentúa la descomposición política,
económica y social ese estado se refleja fatalmente en la
Universidad de La Habana. Cuando la nación comienza a
despertar, es en el Alma Máter donde se experimentan los
primeros síntomas".

(29)

Fundador del PRC (A), en 1934, bajo el liderazgo del
<<camaleónico>> Ramón Grau San
Martín, deposita su confianza, como amplios sectores de la
población, en un discurso demagógico, que concreta
en su programa, plagado de retórica, de quien cosecha como
propios los méritos ajenos, en este caso, de Antonio
Guiteras. Con su advenimiento al poder, en 1944, tal falacia
política se pone gradualmente al descubierto. Con fecha 17
de octubre de 1945, el Directorio de la Unión Socialista
Revolucionaria 8comunista) le hace un petitorio público a
Chibás. Son otros tiempos, y los marxistas cubanos evitan
repetir el trágico error cometido con Guiteras, una
década antes. Tal como Guiteras no era Batista, tampoco
Chibás era Grau. Reconociendo tal <<verdad de
Perogrullo>>, expresan públicamente a Eddy
Chibás como…"…el prestigio popular del
Dr. Ramón Grau San Martín disminuye por
días. Aunque lo quieran negar los oficiosos. Nosotros
entendemos que usted conserva aún su prestigio popular
inmaculado. No se le conoce ninguna desvergüenza. Ninguna
traición o felonía. Por eso, en nombre de la
Revolución por la cual cayó nuestro inolvidable
Guiteras y tantos otros, está usted en el deber de salarla
ante la opinión pública, contra los
<<mercaderes>> que han invadido el Templo. Usted
tiene que pronunciarse en forma independiente. No se una
más a los errores y terquedades de Grau y camarilla; por
sentimentalismo y por afectos la REVOLUCIÓN está
por encima de los sentimientos personales".
(30)

Amado por muchos, incomprendidos por otros y denostado
por los menos, denuncia con singular valentía
política a encumbrados políticos, elementos
gangsteriles siempre a pupilo de las nóminas
ministeriales, alerta sobre los planes golpistas de Batista, las
tropelías de caciques y caudillos locales y a todos
aquellos que hicieron de la República personal feudo de
sus fechorías.

Guido García Inclán, fundador de la COCO,
emisora radial provincial de La Habana y periodista de ideas
progresistas, le comunica a Chibás, con fecha 13 de julio
de 1946 como…"…he notado que en estos
días se ha agudizado una severa campaña contra ti,
llamándote loco; tal parece que la honradez es una
enajenación en nuestro país. A los que han robado y
acabado con la República le llaman vivos. A los que
teniendo oportunidad no estafan al estado se les denomina bobos.
A ti Chibás te dicen loco, precisamente por haber estado
defendiendo siempre la decencia y la honradez. Te llaman loco por
haberte sabido colocar valientemente en esa lucha entre la
vergüenza y la desvergüenza".
(31)

El 14 de marzo de 1947, intenta una vez más,
mediante exhortación a la dirigencia del PRC (A), salvar
al mismo de su gradual desprestigio público evitar su
personal y definitivo distanciamiento de su
membresía…"…! a luchar por el rescate del
Partido Auténtico que está en manos enemigas, en
manos de políticos arribistas y bandoleros! Confío
para rescatar al PRC (A) que ha caído en mano de
mercenarios, en la vergüenza, la decisión y el coraje
de las masas auténticas…ya que considero que el PRC
(A), no es de Grau San Martín ni de los miembros de su
gabinete, sino que fue fundado por Martí y pertenece a la
Historia de Cuba".
(32)

En tiempo relativamente breve, descubre Chibás
con amargura que el supuesto santo profeta es meramente un
<<Judas>> más de la politiquería
cubana. El falso Mesías y su camarilla íntima, que
obtiene la presidencia del país por una abrumadora
mayoría de votos en el proceso electoral de 1944, se ve
prontamente involucrado en escándalos de corrupción
apenas disimulados; en promotor de bandas gangsteriles
subvencionadas por las nóminas ministeriales y en una
cínica demagogia, que incluso en la Cuba de entonces, era
inusual. El 30 de marzo de 1947 valora en escrito publicado en el
diario habanero El Crisol, que…"…el gobierno del
doctor Grau San Martín, al que he contribuido en gran
medida a llegar al poder para terminar con los vicios de la
política tradicional, me taca de nuevo como nunca lo
hicieron Machado ni Batista, a pesar de que he pasado 20
años, consumiendo mi fortuna y arriesgando mi vida en
defensa del doctor Grau, no obstante que durante los dos primeros
años de su gobierno, mientras su camarilla se
enriquecía con toda clase de negocios inconfesables,
seguía yo ingenuamente sacrificando mi fortuna

personal por defenderlo a él, mi líder y
maestro, en quien tenía depositada mi fe, ignorante de los
negocios escandalosos que se estaban realizando. Durante muchos
años, lo mismo que el pueblo cubano, viví
engañado…Todo ha resultado un engaño, una
farsa, una burla cruel"
(33)

Excelente comunicador, Chibás utiliza la prensa y
la radio, como instrumentos por excelente para exponer sus ideas.
En poco tiempo, su programa dominical, por la emisora CMQ,
acapara los más altos niveles de audiencia. Precisamente
en su alocución dominical del 5 de junio de 1947
éste expresa como…"…mis transmisiones
radiales dominicales por la CMQ, que no son de ahora sino de hace
40 meses, representan para mí no haber conocido durante
años lo que significa un fin de semana en la playa o en el
campo; los domingos por la noche no voy al micrófono a
improvisar, sino a leer trabajos muy meditados…".

(34)

El 8 de diciembre de 1947 expone en el periódico
habanero Información, como…"…siempre
hemos tenido plena confianza en la sana intuición
política del pueblo cubano para orientarse con rapidez de
modo correcto, ante los más graves y complicados
acontecimientos nacionales. Para ello sólo es necesario
que se expongan los hechos con claridad meridiana. Una vez en
consiento de la verdad no se deja engañar
fácilmente por la palabrería insincera de los
documentos pomposos, llenos de literatura intrascendente, ni por
sofismas hábilmente urdidos ni falsos llamamientos al
patriotismo, cuando en realidad sólo se pretende, en
muchos casos, defender intereses personales a través de
grandes apostasías y escandalosas
claudicaciones…Nuestra deserción de los principios
que dieron origen al Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo),
principios que hemos proclamado insistentemente desde su
fundación, resultaría algo más injustificado
todavía que la traición del presidente Grau a los
postulados que predicó durante muchos años, desde
la oposición, implicaría una burla sin precedentes
al pueblo cubano y un acto de oportunismo irreconciliable con
nuestra moral política y los deberes que responsablemente
hemos contraído con la nación".
(35)

Simultáneamente ocurren en el país
acontecimientos de gran impacto nacional. El 9 de mayo de 1947 en
el V Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba se elige al
dirigente comunista Lázaro Peña, como secretario
general y su principal fundador en 1939. El gobierno de Grau, a
través del entonces su Ministro de Trabajo, Carlos
Prío Socarrás, manipula para oficializar en su
sustitución, al llamado Comité Obrero Nacional
Independiente, dócil a su dictado, liderado por, entre
otros, los inescrupulosos Eusebio Mujal y Ángel
Cofiño. Para ello apoya la convocatoria a un congreso
obrero paralelo, que debe sesionar los días 6, 7 y 8 de
julio del propio año. Acorde a sus planes y logrado tal
objetivo, la policía, el 29 de julio de 1946 desaloja del
local de la CTC a los dirigentes elegidos
democráticamente, lo que crea un profundo divisionismo en
el sector obrero, que era el fin perseguido por el régimen
auténtico. Por esos días tiene un importante
acontecimiento político, asimismo de gran trascendencia en
el futuro próximo: el 15 de mayo de 1947, en el local de
la Sección Juvenil Auténtica, en La Habana, se
constituye la comisión preparatoria para la
creación del que se denominará Partido del Pueblo
Cubano (Ortodoxo) .

Al respecto Chibás escribe en El Crisol, el 18 de
mayo de 1947 como…"…la crisis del gobierno
produce la crisis del Partido, la cual a su vez determina la
crisis misma de la Revolución Cubana. Ideas y
procedimientos nuevos: nacionalismo, antimperialismo, y
socialismo, independencia económica, libertad
política y justicia social. Esas fueron las consignas de
las promociones revolucionarias del 23, 27 y del 30
".
(36)

Acerca de la índole del nuevo PPC(O), por
él fundado, expone en Carta pública dirigida a
Jorge Mañach y publicada en la revista Bohemia, con fecha
25 de mayo de 1947 como…"…no estamos invitando a
organizar un partido político más, para viabilizar
aspiraciones electorales, puesto que hemos abandonado
voluntariamente el poder que contribuimos decisivamente a
conquistar, en la creencia de que alcanzábamos el mismo en
función de los intereses básicos del pueblo de Cuba
y de los principios de la revolución. Si el origen de este
movimiento de recuperación revolucionaria, interviene
determinado por apetencias, fácil nos era garantizar esas
apetencias dentro de las filas del PRC(A). La creación del
nuevo Partido responde a los principios que nos han guiado
siempre en las luchas políticas cubanas…No nos
proponemos fundar un partido exclusivista de puertas cerradas
sino un gran instrumento político del pueblo de Cuba. No
queremos que se convierta en un Partido más donde se
imponga el dinero, las triquiñuelas de la
politiquería al uso y las fórmulas de
gabinete".
(37)

El vil asesinato de Jesús Menéndez, en
enero de 1948, ejemplar dirigente comunista y líder
sindical, luchador insobornable en defensa de los derechos de los
trabajadores del sector azucarero, despierta en el pueblo una
justa ola de indignación. Al respecto, este proclama
como…"…sería torpe y mezquino contemplar
el asesinato de Jesús Menéndez como un caso
esporádico, como una simple periferia de las contiendas,
como un accidente de la lucha anticomunista. No, no es eso, se
trata de un ataque brutal y deliberado del gobierno a toda la
clase trabajadora, a la comunidad parlamentaria, al Congreso y al
orden constitucional".
(38)

Escribe en El Crisol el 2 de febrero de 1951
como…"…es un deber de todo gobierno desarrollar
una política permanente de profilaxis social pero ha de
recordarse que solo tiene autoridad para imponer la moral
pública el que pueda ostentar una moral impecable.
Además, ciertos males sociales no se remedian con
procedimientos policíacos, brutales y expeditivos, sino
con una política preventiva y metódica de
educación y asistencia social…Palucha de clases no
podrá ser evitada sino aplicando la legislación
social existente, sin violentarse su espíritu, utilizando
la influencia del gobierno para crear un ambiente de mutuo
respeto entre los distintos factores de la producción,
como medio de impedir que alguno de ellos se desborde
abusivamente. Y sobre todo debe tenerse en cuenta que siempre hay
un tercer interesado: el público consumidor y que por
encima de los intereses particulares están los intereses
permanentes de la República".
(39)

Chibás escribe en El Crisol el 29 de marzo de
1949 como…"…diríase que la
política ha dejado de ser una función
pública y un patriótico ministerio para convertirse
en el más cínico juego de ambiciones y codicias que
pueda concebirse…Cuando la política decide abjurar
de toda ideología y los partidos se convierten en simples
cooperativas de aspirantes para alcanzar una posición
más o menos grande del poder, la vida pública se
llena de confusión y el ciudadano se siente
desorientado".
(40)

En su artículo ¡A la cárcel con los
ladrones! publicado en Bohemia el primero de abril de 1951
reflexiona como…"…amenazada de volver a la
muerte civil que padecía bajo la colonia, bajo Machado y
bajo Batista, y de la cual ha resucitado una y
otra vez,
la República, hija del ideal de José Martí,
necesita una nueva prédica, una nueva reafirmación
del ideal martiano, un nuevo movimiento de recuperación
nacional, de resurrección cívica y moral que la
libre de peculados, latrocinios organizados desde las esferas
palatinas, del escarnio a todo lo que prometió e hizo
bueno la Revolución. Ese movimiento es la Ortodoxia,
única esperanza que tiene en el presente el pueblo
cubano"
(41)

El 15 de diciembre de 1950 se publica en la revista
Bohemia su artículo ¡Sí, vale la pena ser
honrado! donde afirma como…"… Pepín Bosch
trata de contestar las preguntas que le formulé en el
Senado, en BOHEMIA y en mis charlas dominicales de la CMQ en su
artículo:"¿Vale la pena ser honrado?" El simple
planteamiento del asunto, la mera interrogación,
entraña una actitud escéptica y
negativa en el fondo. Nosotros los Ortodoxos vamos a contestarle
la pregunta a Pepín Bosch de modo categórico y
rotundo, sin dudas ni vacilaciones: "! Sí, vale la pena
ser honrado!"Es muy grave que un Ministro de Hacienda confiese
públicamente que tiene dudas sobre si vale la pena ser
honrado. Es un síntoma terrible que se ponga a calcular
sobre las conveniencias o desventajas de la honradez. Cuando eso
ocurre es que está en el plano inclinado de las
tentaciones que conducen al delito. Las
cárceles están pobladas por personas que en
algún momento de su vida han tenido la misma duda que hoy
asalta al Ministro de Hacienda de Carlos Prío.
Ningún hombre verdaderamente honrado tiene dudas sobre ese
particular, por adversas que sean las circunstancias que lo
rodeen. Pepín Bosch, al ponerle a su artículo un
título tan significativo, reveló indiscretamente al
pueblo de Cuba lo que está palpitando en el fondo de su
subconciencia. Es la influencia del medio ambiente. La duda y la
vacilación resultan características del Priato.
¿Qué confianza se puede tener en un Ministro de
Hacienda que proclama a los cuatro vientos sus dudas sobre si
vale la pena ser honrado? No se preguntaron si valía la
pena ser honrado los próceres de la Guerra de los Diez
Años, Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente
Aguilera e Ignacio Agramonte cuando brindaron sus fortunas a la
causa de Cuba. No se lo preguntó la madre de Maceo cuando
ofrendó sus hijos, uno a uno, a la Libertad. No se lo
preguntó el Apóstol de nuestra Independencia,
José Martí, tildado de loco, atacado y calumniado
por los propios cubanos, cuando dijo: "Urge ya, en estos tiempos
de política de mostrador, dejar de avergonzarse de ser
honrado. La honradez se ha de poner de moda. Y fuera de moda la
desvergüenza. No se preguntó si valía la pena
de ser honrado Don Tomás Estrada Palma cuando vetó
la Ley creando la Renta de Lotería. No se lo
preguntó Enrique José Varona, de vida acrisolada en
la Colonia y en la República, que muere como un santo
laico. No se lo preguntó Maza y Artola, de pulcra
ejecutoria ciudadana. No se lo preguntó Miguel Coyula, que
ejemplarizó con su probidad la vida cívica de
la nación. No nos preguntamos los ortodoxos si
vale la pena ser honrados cuando abandonamos las ventajas del
Poder para lanzarnos a toda clase de sacrificios en defensa de
los grandes principios morales de la Revolución Cubana, en
lucha titánica por adecentar las costumbres
públicas. ¡Sí, vale la pena ser honrado, pero
honrado íntegramente, honrado a carta cabal! Lo que no
vale la pena es ser honrado a medias, semi-honrado, honrado
exteriormente, mientras en el orden interno se encubren y
apañan enormes atracos al Tesoro Público,
malversaciones por más de ciento setenta millones de
pesos, desfalcos gigantescos en las Cajas de Retiros y
Pensiones… De esa manera no vale la pena ser honrado!…
Sigo pensando que vale la pena ser honrado porque yo tengo lo que
no posee ninguno de los que desertaron de los ideales
revolucionarios, los que cambiaron la vergüenza por el
dinero: tengo el respeto, el cariño y el respeto del
pueblo cubano; tengo la dirección suprema del más
limpio y formidable movimiento de renovación moral que han
visto las Américas en los últimos años;
tengo ganados para el movimiento Ortodoxo las páginas
más bellas y brillantes de la historia de Cuba
republicana. Podrán quitarme la vida, pero no
podrán arrancarme de las páginas de la historia de
mi país. Podrán arrojar contra mí recuas de
escritores mercenarios para que me injurien, calumnien y difamen,
pero no me podrán destruir, porque el fango no destruye
las rocas. Sólo yo me puedo destruir y arrancarme de la
historia nacional, traicionándome a mí mismo,
claudicando de mis ideas, apostatando de mi credo revolucionario,
renegando de mi propia ejecutoria de combatiente insobornable de
la causa cubana durante 25 años ininterrumpidos; pero no
lo haré porque estoy convencido que vale la pena ser
honrado, porque no cambio la gloria por el dinero; porque no
vendo por todas las riquezas del mundo mi puesto de honor en la
historia patria". (42)

El 5 de marzo en la Sección EN CUBA de la revista
Bohemia se publica:

"<<Yo no soy un general de los que mueren
en la cama>>". 
La exclamación dirigida al
reportero de la Sección en Cuba, solo podía
provenir del jefe ortodoxo. Forzado a permanecer en su lecho de
convaleciente tras una delicadísima operación.
Sometido al más estricto plan
de alimentación y reposo, depauperado
físicamente, sujeto aún a crisis
fisiológicas a consecuencia de su inquieto temperamento,
Eddy Chibás parecía empeñado en ignorar todo
esto, cuando expresa como la verdad es que la
 <<famosa >em>generación del 30 no
es un todo homogéneo ni se agota con los visitantes e
inquilinos de Palacio. De hecho está dividida en tres
porciones; la que se mantuvo fiel a los postulados de la
revolución, la que renegó de ellos y nuestros
adversarios del machadato. Como es natural, las dos
últimas pandillas son las que han celebrado una alianza.
Los manes de Trejo, de Alpízar y Mella deben estar
escandalizados de ver a sus antiguos compañeros de bracete
con los apapipios y porristas de ayer. El Partido Ortodoxo es
laico pero no antirreligioso. Resulta obvio afirmar que
está compuesto en enorme medida de católicos,
puesto que esa es la religión tradicional y
mayoritaria en Cuba. Pero estimo que las cosas de la
política no deben mezclarse con las de la religión
para bien de estas pues pertenecen a distintos
campos>>" 
(43)

Apenas unas semanas antes de su muerte, como parte
de su entonces muy publicitada polémica con el entonces
Ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango,
que en buena medida condujo a su auto inmolación,
éste denuncia como… "…en el Ministerio de
Educación para la Contratación de Servicios,
servicios muy misteriosos, se crea un crédito de
175 mil pesos y las Oficinas de Publicidad se crea otro
crédito nuevo de 170 mil pesos también pero
exclusivamente para personal. El Crédito del Desayuno
Escolar, que solo se reparte a unos pocos alumnos para justificar
el enorme affaire que representa, asciende en
el presupuesto vigente a 544 mil pesos. En el nuevo presupuesto
elevan crear el ayuno escolar a un millón de pesos; son
356 mil pesos más que va a desayunar el
Ministro de
Educación a costa del hambre de los niños infelices
de las escuelas públicas. Por eso suprimió la
subasta del Desayuno Escolar. Los números no mienten.
¿Qué se hace con tanto dinero? Es evidente; se lo
roba el aviador y motociclista Aureliano Sánchez Arango.
Burle de los fallos de los Tribunales de Justicia, fuhrer del
choteo y Apóstol del ASA, cuyas siglas significan,
según unos, agarradera de santurrones arrepentidos o
Agrupación de Sabandijas de Alcantarillas. A mi juicio ASA
quiere decir algo completamente distintos. Algo que no puedo
publicar por respeto a mis lectores." 

(44)

¡El
último aldabonazo!

Hace nueve siglos el Tribunal de la
inquisición le gritaba a Galileo: ¡Mentiroso!
¡Mentiroso!¡Engañador! ¡Presente las
pruebas de que la Tierra se mueve alrededor del Sol!
Galileo no pudo presentar las pruebas físicas del hecho
evidente y fue condenado, pero siguió repitiendo, firme en
su convicción moral: ¡Pero se mueve! ¡Pero se
mueve!

Hace cinco años acusé al Ministro de
Educación José Manuel Alemán de robar los
dineros del material y el desayuno escolar y de estar fomentando
en Miami un imperio de propiedades inmuebles. El Ministro
Alemán y todos sus corifeos atronaron el espacio gritando:
¡Mentiroso! ¡Calumniador! ¡Presenta las
pruebas! Yo no pude presentar las pruebas físicas de que
se estaban robando el dinero del Tesoro Nacional, pero
seguí repitiendo firme en mi convicción moral: se
lo roban.

Ahora acuso al gobierno de Carlos Prío de ser
el más corrompido de cuantos ha tenido la República
hasta el presente y a su Ministro de Educación Aureliano
Sánchez Arango-que ha sustituido el BAGA por el ASA-de
robarse los dineros del material y el desayuno escolar y de
realizar grandes inversiones en Guatemala y otras
repúblicas
de América Central.

El domingo pasado desde esta misma tribuna de
orientación y combate, presenté al pueblo pruebas
irrefutables de la enorme corrupción del
régimen de Prío: fotografías de escuelas y
hospitales en la miseria, contrastando con las fincas y palacetes
ostentosos de gobernantes que hace poco vivían en la
pobreza. Sin embargo, a pesar de que las continuas depredaciones
de Machado, Batista, Grau San Martín y Carlos Prío
no se ha conseguido embotar la sensibilidad moral del pueblo
cubano, lo que habla muy alto de la firmeza de sus virtudes, mis
palabras del pasado domingo no tuvieron toda la resonancia que la
grave situación requería. Cuba necesita despertar.
Pero mi aldabonazo no fue, quizás, lo suficientemente
fuerte. Y Cuba, urgentemente, necesita despertar. Seguiremos
llamando a la conciencia del pueblo cubano.

Por su posición geográfica, la riqueza
de su suelo y la inteligencia natural de sus
habitantes, Cuba tiene reservado en la historia un grandioso
destino., pero debe realizarlo. Otros pueblos asentados en islas
que no gozan de situación tan privilegiada como nuestra
patria, han desempeñado en la historia un papel de
preeminencia singular. En cambio, Cuba ha visto frustrado su
destino histórico, hasta ahora, por
la corrupción y ceguera de sus gobernantes, cuyo
pensamiento-salvo excepciones-ha volado siempre a ras
de tierra.

La feliz conjunción de factores naturales tan
propicios, unido a la alta calidad de nuestro pueblo,
solo espera la gestión honrada y capaz de un
equipo gobernante que éste a la altura de su misión
histórica, Ese equipo no puede ser el del gobierno actual,
corrompido hasta la médula, aunque se disfrace de nuevos
rumbos para encubrir sus robos, contrabandos y desvergüenza.
Ni la falsa oposición de Batista que alienta el regreso de
los coroneles, del palmacristi, la goma y la ley de fuga, con la
taimada ayuda del comunismo internacional. Ni tampoco
el grupo de despechados que sigue al ex presidente Grau. El
único equipo gobernante capaz de salvar a Cuba es el
Partido del Pueblo Cubano(O), con su línea antipactista de
la independencia política, que no admite transacciones ni
componendas.

¡Compañeros de la Ortodoxia, adelante!
¡Por la independencia económica, la libertad
política y la justicia social! ¡A barrer a
los ladrones del gobierno! ¡Vergüenza contra
dinero!

¡Pueblo de Cuba, levántate y anda!
¡Pueblo cubano, despierta! ¡Este es mi último
aldabonazo!
(45)

Fidel Castro, entonces joven abogado y muy vinculado al
sector juvenil del PPC(O), el 16 de agosto de 1951, ante el
féretro del líder ortodoxo, tendido en el Aula
Magna de la Universidad de La Habana, proclama
que…"…!tiemblen de pavor y espanto los que en el
lecho de muerte vertieron torrentes de oprobio sobre su vida
ejemplar de redentor y apóstol Las calumnias con que lo
hirieron en sus últimos momentos caerán como
estigmas indelebles sobre la deshonra de sus detractores. Como a
un predicador, como al fundador de una nueva ética, un
culto nuevo a la Patria, viene a llorar a sus pies la multitud
afligida y lacerada de dolor. Ya no podrán decir que eran
un aspirante desenfrenado a la presidencia de la
República. Ya no podrán acusarlo de ser un
egoísta y un ambicioso. Mientras otros extendían su
mano pordiosera, pidiendo de limosna un poco de respaldo
él, que lo tenía más que nadie y con la
meta del triunfo personal al alcance de la mano,
renunció a todo en el más extraordinario gesto de
desinterés. Porque le importaba más el
porvenir seguro de la Patria que
el éxito probable de su persona".
 
(46). "Eduardo Chibás: imaginarios". Obra ya
citada. Páginas 150-151.

Años después, ya triunfante
la Revolución Cubana, apenas a unos días de su
entrada triunfal en la capital, el 16 de enero de 1959,
éste pronuncia un discurso de recordación,
ante su tumba, en el Cementerio de Colón donde expresa
cuan…"…fácil es comprender nuestra
emoción, junto a esta tumba tan llena de recuerdos. Los
sentimientos son encontrados. Muchas veces habíamos venido
aquí después del 16 de agosto de 1951, antes y
después del 10 de marzo. ¡Y por cuantas diversas
etapas hemos pasado!….La historia de
la Revolución, la historia del 26 de Julio,
está íntimamente ligada a la historia de esta
tumba. Porque debo decir aquí que sin la prédica de
Eduardo Chibás, sin lo que hizo Eduardo Chibás, sin
el civismo y la rebeldía que despertó en la
juventud cubana, el 26 de Julio no hubiera sido posible. El 26 de
Julio fue pues la continuación de la obra de
Chibás, el cultivo de la semilla que él
sembró en nuestro pueblo".
(47)

Ya retirado de sus cargos en el Gobierno y el Partido,
Fidel Castro valoraría en una de sus reflexiones acerca
del dirigente ortodoxo como…"…el primer problema
a resolver era Batista en el poder. Con Chibás vivo no
habría podido dar el golpe de estado, porque el
fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) lo observaba de
cerca y metódicamente lo ponía en la picota
pública. Muerto Chibás, era seguro que
Batista perdería las elecciones que debían
realizarse el 1º de junio del año 1952, dos meses y
medio después del golpe de estado.
Los análisis de opinión eran bastante
precisos y el rechazo a Batista crecía constantemente,
día tras día. Yo estaba en la reunión donde
se eligió al nuevo candidato ortodoxo, más como
atrevido que como invitado. Ingresaría en el Parlamento,
donde lucharía por un programa radical. Nadie
habría podido impedirlo. Se rumoraba entonces que yo era
comunista, palabra que despertaba muchos reflejos sembrados por
las clases dominantes. Hablar entonces
de marxismo–leninismo, e incluso en los primeros
años de la Revolución, habría sido insensato
y torpe. En aquel discurso ante la tumba de Chibás
hablé de forma que se comprendiera por las masas las
contradicciones objetivas que
nuestra sociedad enfrentaba en aquel entonces, y
aún tiene que enfrentar". (48)

Partes: 1, 2, 3
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